UN SONETO DE HILDEBRANDO DE BARGAS.
A gusto del consumidor.
Soneto del poeta toledano del XVII, Hildebrando de Bargas (1599-1654) fue canónigo penitenciario de la Santa Iglesia Catedral Primada y amigo de la princesa de Éboli. Escribió un auto sacramental, a la manera de Calderón de la Barca, titulado “El narciso más hermoso”, representado en el pórtico de la catedral en una fiesta del Corpus Christi y algunos sonetos de carácter místico. Copio éste, atribuido a de Bargas por un cronista local, por ser de otro tipo de misticismo. He tenido dificultad al transcribir la palabra “sesenta”. La segunda ese, con un rabo florido, podría ser una te. Cambien los sesenta por los setenta, los ochenta y los noventa… A gusto del consumidor.
¿Enamorado a los sesenta años?
No llega usted cansado y con retraso,
no le duele el amor, no sabe acaso
que un viejo solo espera desengaños?
Desengaños, congojas y mil daños,
cheques al portador, farsa y fracaso,
apaciguar la sed de un solo vaso,
vestir la desnudez con buenos paños.
No olvide que el aliento a los sesenta
es una nube sucia, huele a enero
y la lengua no sabe como antes.
Deje de perseguir a ese cordero
con cuerpo de clavel, jazmín y menta.
ahora es tiempo de chulos, no de amantes.
maravilloso!!!!
ReplyDeleteEl amor siempre es amor y según dicen no tiene edad y yo lo creo también. Precioso soneto.
ReplyDeleteAfortunadamente hoy en día, en España, la gente ya no piensan como este señor Hildebrando, si he de quedarme con algo, me quedaría con el epitafio de Portocarrero de la misma catedral Primada. Firmado JB, para diferenciarme de los demás anónimos que no me gustaría a mi que usted tuviera muchos de estas guisas.
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