Los seguidores de don Rafael lo celebran como ingenioso y como un poderoso canto imperialista y otras ocurrencias. Por obvias razones me reservo mi opinión. No sé si esta “versión” manuscrita (de preciosa caligrafía) es conocida. He omitido la dedicatoria porque fue un regalo de una profesora, hija de la familia a la que poeta dedica el sonsonete, con la que compartí despacho en Princeton. Al final de la dedicatoria el subconsciente le traiciona a Alberti y dice: “Para X y X para que beban Coca-Cola”. Se da cuenta del error y pasa una enérgica raya entre “para y que” y escribe un mayúsculo NO. La chispa de la vida, the day after.
Pa' mí, que no es lo más inspirado de Alberti (guiño cómplice).
ReplyDeleteUn abrazo.
Estaria en la etapa rusa dándole al vodka... ;)
ReplyDeleteEs malo, Hilario. Mal sonsonete. Hubo buen Alberti. Un Alberti regular...¿por qué no iba a haberlo malito como el presente?
ReplyDeleteOtra cosa es que lo firme Rafael Alberti.
Yo tampoco tomo Coca-Cola. Ni sidra. Y nada pasa.
Yo tomaba Pepsi, pero lo dejé por el Rioja. Un abrazo cordial. Espero vernos en otoño.
ReplyDeleteNunca me gustó la Coca-Cola ni la Pepsi. Tampoco me gusta el ¿poema? Me encanta el rioja. Más que el Ribera de Duero.
ReplyDelete