Sunday, September 9, 2018

Orografía del amor






090918.- El primer temblor y la luz a punto de madurar como un membrillo olvidado en el cajón de una cómoda que guarda ropa de un muerto.
Algunas hojas, las primeras, camino de la guillotina; el verano al retirarse olvida, en el nido más alto, las ascuas de sus ojos.
Neolítico del gris.
Encontrarse en el parque con una carreta tirada con bueyes de mirada húmeda arrastrando la lluvia. De pronto, la brisa almidonando el visillo, poniéndole alas: un pájaro de blonda de vuelo corto.
 Ver en el cristal de una ventana el reflejo de dos torres con el polvo de dos mil muertos empañando los cristales.
Y, como un milagro, en la madrugada del otoño sentir el roce de la sábana perfumado de niebla. Reconocer, en el abrazo encendido, la orografía del amor.
Esto es septiembre: quien lo vivió, lo sabe.

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