ORACIÓN
Eres el auditor que me controla,
indagador del aire que respiro,
la aguja de mi sangre, mi zafiro,
una bala de gracia en la pistola.
Eres el brazo seco de escayola,
caballo desbocado del que tiro,
eres la vara verde del suspiro,
cizaña, ortiga, cardo y amapola.
Atado a la columna de tu mando
crucificado vivo en la espesura
esperando alcanzar el paraíso.
De rodillas espero tu comando,
clava en mi soledad tu mano dura.
Amo eres, Señor, soy tu sumiso.
Querido Hilario, el abrumador cauce contemporáneo en verso libre parece arrinconar modelos formales como el soneto. Recuperar la estrofa es un ejercicio de homenaje a un molde imprescindible de nuestras letras. Y tú lo haces con singular pericia. Un placer acercarme a tu poesía. Abrazos.
ReplyDeleteAmigo José luis, mucha gracias por tu generoso comentario. Algo pasaba en el sistema quE los,comentarios,no me llegaban. Tuve que ir al esqueleto y ver cual era el problema. Creo que lo,he arreglado.
ReplyDeleteProfunda y bella oración...a tu Cristo que fija la mirada/ con v de victoria en el madero/ la voz de la esperanza en una mano. Gracias.
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