TRÁNSITO HACIA LA LUZ
O ENTENDIENDO EL CARÁCTER SAGRADO DE LA POESIA.
Hierofanías.
Alfredo Rodríguez
Editorial Chamán,
Colección Chamán ante el fuego, Albacete, 2017
Soy devoto lector de Alfredo Rodríguez y he leído casi toda su obra en prosa y en verso. Es discípulo amado de un poeta de museo al que venera como nadie. Alfredo es un exquisito, un preciosista, primoroso lector, delicado que goza con libros difíciles de encontrar, diarios agotados y primeras ediciones. Es un poeta que parece que lee más prosa que poesía. Una nueva adquisición suya es motivo de alegría que comparte con su hijo Oliver.
XXVIII
Luz desde el mismo corazón del Tao
capaz de realizar
los que los legos llaman un milagro.
Hace unos meses recibí su último libro de poesía. Antes había recibido, leído y reseñado dos gruesos e interminables tomos con entrevistas y panegíricos, loas e inciensos dedicados a su maestro, el poeta de cera. En ocasiones divertidos, a veces cómicos, siempre con voz impostada, pero interesantes para los fans, que los tiene entre los poetas que empiezan y llenan sus poemas de citas, olvidándose del poema en sí.
XXIV
Aprendiendo a alterar el eje de la mente,
aprendiendo el arte de respirar.
Hierofanías, a pesar de pasar tiempo y tener el libro en lo alto de la torre de “libros para reseñar” y de haberlo leído varias veces, confieso que tengo que mirar el título para escribirlo bien. Y esto ya es un aviso. Pero me apresuro a decir que estoy convencido de que el libro ha supuesto mucho trabajo, mucha energía invertida, investigación hecha, tiempo gastado y ganado que ha dado como resultado un trabajo serio, distinto a lo que se hace en poesía actualmente, quién sabe si entendido y valorado por uno con el tiempo.
La portada es muy vistosa y enigmática. Como todo en el libro tiene un significado que los que somos profanos e ignorantes en estos temas, ignoramos. Se trata de un sapo dorado, símbolo de la inmortalidad en la cultura hindú y símbolo del pecado en el cristianismo. La cerradura dentro simboliza la apertura a todo ese mundo. El libro lleva un prólogo breve del poeta Javier Asiáin en el que ilumina el contenido del libro y dice: “Poemas equilibrados con un núcleo de energía dentro. Aunque en mi caso cada vez me importe menos lo del equilibrio —mientras el poema no se caiga y oscile en el alambre— y más lo del núcleo de energía, el fogonazo de luz, el disparo de nieve, que también diría el homónimo del propio Alfredo, Silvio”. El prologuista destaca que en el libro hay espacio para la meditación y para la aniquilación “porque la estela de su onda expansiva nos deja un camino abierto hacia el interior o hacia la Vía Láctea”.
XLI
La increada, la nonata y eterna
energía de la Naturaleza
en esa nada oscura con la que se hizo el mundo.
Soy de los que piensan que la poesía no necesita presentación y menos explicaciones por parte del poeta: te gusta o no te gusta, te llega o no te llega, te emociona o te entristece. Una poesía que te deja frío posiblemente no es tu tipo de poesía. Pues bien, aparte del prólogo, hay un epílogo de casi cinco páginas, en el que el poeta intenta explicar el libro. Rodríguez, que dice no ser un experto en la materia que subyace y en la que se apoya el libro, lo que quiere es “reivindicar el carácter sagrado de la Poesía”. Y aprovecha para darnos una larga lista de libros y autores que son recomendados por el poeta. En resumen que nos enteramos que las hierofanías —término acuñado por Mircea Eliade— no son sino manifestaciones de “Lo sagrado”. Confieso que el epílogo me enriqueció, pero no fui capaz de asimilar del todo la riqueza del libro.
XIX
Milagro de la regeneración,
eterna juventud, vitalidad del Sol,
la música y plegaria, su Belleza.
Entre la tierra fértil se abre la flor del loto,
los goces de la Vida,
el mar de toda la energía yin,
el mar de toda la energía yang.
Vuelvo a leer, con la ayuda de una de las reseñas que sobre el libro aparecen en internet, y que no parece una reseña “de solapa”, y comienzo a ver la claridad. Hierofaníases un libro para iniciados, monjes de la luz, estetas de Lo sagrado, místicos de la puñalada de la Energía, seguidores del Tao, caminantes en El sendero, elegidos que aprecian lo sustantivo hecho nombre propio, amantes de la mirada tántrica, el movimiento pendular y la montaña cósmica, entonando cantos de monocorde belleza. Hierofanías es para los que dejan a voluntad su cuerpo. Palabra eterna OM. Hierofanías no es para mí, pero puede que a usted le traiga energía y vitalidad y aprenda a respirar.
XXX
No había en el principio diferenciación, solo
existía el Uno indiferenciado,
su energía sexual, la fuerza alquímica
y de unión de los cuerpos y las almas.
Dios era kundalini desviando tensiones
para reproducir su danza cósmica.
La esencia masculina y femenina
del Espíritu Uno.
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