Ay Hilario ¡cómo nombrarte! Se junta tu mirar a tu palabra y es como si todo se engalanara de nuevo. Lo rutinario se nos vuelve original. Y nos preguntamos cuántas coaas dejamos pasar sin deternos en su riqueza. La palabra crece a la medida del asombro. Y todo cobra sentido. Como me gusta esta conjunción. Tu imaginación ya es un haiku de silencios. Bravo, Hilario. Bellisimo todo.
Ay Hilario ¡cómo nombrarte! Se junta tu mirar a tu palabra y es como si todo se engalanara de nuevo. Lo rutinario se nos vuelve original. Y nos preguntamos cuántas coaas dejamos pasar sin deternos en su riqueza. La palabra crece a la medida del asombro. Y todo cobra sentido. Como me gusta esta conjunción. Tu imaginación ya es un haiku de silencios. Bravo, Hilario. Bellisimo todo.
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